martes, 16 de noviembre de 2010

¡Divina paciencia!

Una entrada más en el blog y un nuevo día que llega a su fin.

Lo cierto es que al contrario que ayer: hoy no encontré aparcamiento a la primera. Nada que ver; no sólo me costó encontrar hueco, sino que después de dejarlo "algo lejos" se queda libre un espacio enorme en la puerta del trabajo.

Por otro lado, debí de ser de las pocas personas que no escucharon al hombre del tiempo ayer. Y es que cuando oyes a las abuelas decir eso de "ésta lluvia es para más calor", ¡no se equivocan no! Ingenua yo, pensé que hoy volvería a hacer algo de fresco y que el tiempo no estaría precisamente de playa... ¿De playa? ¡¡¡Parecía 15 de agosto!!! Y ahí estaba yo, con mis medias de invierno, botas altas, jersey de lana y "asada como un pollo".  ¡¡A eso lo llamo yo tener un comienzo redondo!! :P

Como ya les comenté, hoy tenía grabación, y aunque tal y como iba vestida me apetecía mucho más quedarme en la acondicionada oficina que salir a la calle, no había otro remedio: ¡hoy grabamos princesa!

Hasta hoy había pensado que la paciencia es una característica con el que nace, . Parece mentira como a veces te topas con gente: a la que le encanta la tele sí, y ve todos los programas habidos y por haber, pero que se empeñan en hacerte más difícil el trabajo (y lo dice una a la que le encanta ser amable con la gente, saludar a todo el mundo y atender a todo aquel que se acerca para saber "qué estamos grabando", "de qué cadena se trata", y "cuando sale"). Lo cierto es que grabamos hoy a una joven muy particular y conocida en su barrio, y ya se comenta eso de que la fama no siempre es buena. Tuvimos que soportar a numerosos curiosos que se metían en medio de la grabación sin tener en cuenta que nosotros no estábamos ahí por amor al arte no, trabajábamos. Eso por no hablar de jóvenes que insultaban a nuestra protagonista, o le tiraban objetos, señores mayores que la miraban con desprecio... y otras cosas más. Mientras, nosotros teníamos que pensar en el video y olvidarnos de todo y cuanto nos rodeaba: gente gritando, el calor, los ruidos de la calle, motoristas simpáticos... En fin, ¿entienden ahora por qué digo eso de la paciencia? Porque yo hoy, si he ganado en algo ha sido en paciencia. Divina paciencia. Y es que a pesar de todo, hoy ha sido un buen día.

:)

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